La cantante británica cambió los reflectores por las brasas y vivió una experiencia bien local. Su paso por Villa Crespo quedó en la memoria de los fanáticos y de los mozos que la atendieron.

Antes de subir nuevamente a los escenarios, Dua Lipa decidió vivir la ciudad desde otro lugar. Lejos de los hoteles cinco estrellas, fue vista en una parrilla tradicional donde probó el famoso asado argentino. Los testigos coincidieron en describirla como amable, curiosa y muy relajada.

La artista, que se encuentra de gira mundial, se mostró interesada en los sabores locales y elogió la calidad de la carne. Las fotos del momento recorrieron el mundo, convirtiendo una simple cena en un gesto de cercanía que encantó a los argentinos.

Así, entre el humo de la parrilla y los aplausos digitales, Dua Lipa volvió a conquistar al público argentino sin cantar una sola nota. Una noche de fuego, sabor y sencillez.

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